En medio del estado de alarma y del cruce de acusaciones entre gobierno, sociedad y controladores aéreos es realmente pasmosa la facilidad y la alegría con la que la mayoría del personal se ha montado la película y ha repartido los personajes. De la noche a la mañana, los controladores se han convertido en una secta de holgazanes apestados. Y mientras esto se producía el Gobierno de Zapatero se ha erigido en ejemplo de valentía y sentido de Estado.
Como todo en esta vida, será el tiempo quien ponga, esperemos, a cada uno en su lugar. Ahora toca esperar a que la telaraña de titulares, tweets, comentarios, blogs, grupos de facebooks… se desenrede, quede lo esencial y lo útil y actúe, como tiene que hacerlo con Wikileaks, el Periodismo (atención a la mayúscula).
De momento, y si el objetivo de alguien es formarse una opinión, se puede empezar por leer algo de cada parte. Gobierno. Un controlador. Sólo es una mínima parte. En Internet, radio, prensa y televisión hay para pasarse leyendo lo que queda de puente.