Seguramente, si justo ahora, la mayoría de la clase política se parara a pensar qué le llevó a dedicarse a la cosa pública, las cosas empezarían a cambiar.
Mientras los líderes del G-8, los mandamases del planeta, se reunen en Irlanda, la ong Acción contra el Hambre recuerda -e interpela- que 7.000 niños siguen muriendo al día por desnutrición aguda. Y lo hace, precisamente, recordando a Barack Obama y a Angela Merkel, dos de esos mandamases, porque decidieron de niños dedicarse a la política.
Lo más grave, sin duda, es que hay recursos de sobra.
Follow @nandosahuquillo


![]() |
A Nando R. Sahuquillo le gusta. |